Lo que más me impresionó al dia siguiente de su partida fue que los edificios seguian tal cual, bordeando las calles llenas de coches que continuaban circulando y de peatones que seguian caminando, la gente caminaba riendose, conversando, despistados, con prisa, y yo los veía y decía: ¿cómo es posible que el mundo siga tal cual si él ya no esta? Ellos estaban aparentemente ajenos por completo al hecho de que la vida y el mundo mio y de muchas otras personas acababa de desaparecer y cambiar por completo. Te echo de menos, te quiero.
Solo queda mi lamento y decir: te quiero de verdad, solo queda que aún te siento y que siempre te voy a recordar.
Muero si no estás y ya no estás...
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